La Organización Mundial de la Salud ha definido esta como un estado de bienestar mental, físico y social completo y no solo como la falta de afecciones o enfermedades.  En los últimos años se ha presentado un cambio importante en la filosofía de la atención en salud. Al parecer, al fin se ha pasado a un enfoque más positivo, que insiste en promover la salud y prevenir las enfermedades como principales preocupaciones, donde el restablecimiento de una salud optima, ya no solo curar la enfermedad, es el objetivo de los cuidados terapéuticos.

    Incluso está cambiando el lenguaje que se utiliza con respecto de la atención de la salud, para indicar un resultado final más optimista. En vez de hablar de niveles de tratamientos para referirse a los servicios de salud, en la actualidad se habla de grados de promoción de salud y de prevención sanitaria o de enfermedades.      

     

    Es procedente resaltar, que desde las técnicas y procedimientos no invasivos  propios de la carrera, el efecto de los tratamientos faciales y corporales estimulan muchos procesos fisiológicos y sicológicos, más allá del simple embellecimiento externo de la persona, por lo que se infiere que la Estética y la cosmetología a llegado a incorporarse al grupo de profesiones de atención en salud, exigiendo para la formación de sus estudiantes conocimientos científicos y tecnológicos más amplios y actualizados.

    En estos términos la estética de la figura humana en sus componentes facial y corporal, ha tenido una evolución asociada a la necesidad de significación comunicativa, de impacto de la imagen personal y de aceptación social, relacionando la verdad con los fundamentos científicos, la belleza con los propósitos de armonía y equilibrio entre salud e imagen facial-corporal y el arte, como la intervención creativa de la esteticista, con el paciente, a quien no solo se le presta un servicio incidental, sino que se educa sobre el auto cuidado físico y emocional para hacer sostenible y eficaz el tratamiento estético.

    Por ello la tendencia del estudiante de esta tecnología se dirige a lograr el desarrollo de competencias para la atención de pacientes, bajo claros principios científicos, éticos y humanísticos, firmes destrezas y habilidades técnicas y tecnológicas en estética, sentido de la armonía de equilibrio y de buen gusto en la proyección de imagen personal.